Pan Am vuela otra vez

Comienza a transmitirse la serie de televisión basada en la mítica aerolínea Pan Am, y aunque este blog trate de viajes, me quiero detener en lo que significó para la ciudad de Miami la presencia de esta empresa. Prácticamente uno asocia Pan Am con la ciudad de Miami, sin evitar evocar imágenes llenas de glamour y romanticismo. Aquel uniforme impecable y chic de las azafatas y ese logotipo que de solo verlo permitía soñar en la posibilidad de visitar el mundo. Esta empresa pionera de la aviación comercial es más que un ícono cultural del siglo XX, era un estilo de vida. Menciono esto porque en estos momentos cuando uno decide escoger una línea aérea no siente esa conexión que muchos sentían con Pan Am. Cuántas veces decimos al regresar de un viaje que jamás volverían a volar con determinada línea aérea. El daño irreversible que los atentados del 11 de septiembre en la industria de la aviación cambió para siempre la experiencia de viajar. Volar ya no tiene el encanto de sus inicios, y en muchas ocasiones es un trámite estresante que se tiene que vivir para poder llegar al destino deseado. Las múltiples revisiones de seguridad, las medidas que debemos de tener, el cambio de comportamiento en pro de la seguridad, el servicio de la aerolíneas, los asientos estrechos, el trato al pasajero cuando se retrasa el vuelo… Son tantas las cosas que han cambiado que no vale la pena mencionarlo.

Pan Am se mantiene en la memoria colectiva como un símbolo de la excelencia, y es una pena que la mala gestión y el estallido de una bomba que derribó en 1988 al Vuelo 103 sobre Lockerbie en Escocia hicieron mella en la empresa. Ahora su logotipo no brilla en Miami como antes, a pesar que se puede ver en la parte de atrás del aeropuerto de Miami, por la calle 36 del noroeste, como una escuela para azafatas.

El recuerdo se mantiene vigente gracias a sus ex empleados. De hecho este 20 de octubre habrá un encuentro mundial de ellos en la ciudad para celebrar el centenario de la aviación en esta ciudad. Sus objetos, uniformes, modelos de avión y archivos fotográficos se pueden encontrar en el Museo histórico del Sur de la Florida; y sus documentos en la Biblioteca de la Universidad de Miami. En mi memoria, su recuerdo quedará siempre vigente como el primer avión que tomé cuando era niña, precisamente para la ciudad de Miami. Un vuelo para mi apasionante por ser el primero, en el cual me sentí como toda una estrella por el gentil detalle de su piloto quien me regaló un modelo en escala del avión en el que volaba.